lunes, 28 de marzo de 2011
domingo, 27 de marzo de 2011
Europa y oriente medio tras la primera guerra mundial
La Primera Guerra Mundial tuvo consecuencias decisivas para la situación y evolución posterior de Oriente Medio, tanto para el nacionalismo árabe como para el judío. El origen de esta Gran Guerra es principal y casi exclusivamente europeo. Sin embargo, la presencia económica y militar de las grandes potencias en Oriente Medio y la importancia de la región como fuente de aprovisionamiento, y sobre todo como vía de paso, hacían inevitables las consecuencias del conflicto europeo para estos territorios.
Tales consecuencias alcanzaron una amplitud mayor debido a que la potencia que administró estos países hasta la Primera Guerra Mundial, el Imperio Turco, fue aliado de Alemania y de Austria en el conflicto. Durante la guerra, el Oriente Medio constituyó un importante centro de operaciones militares. La regulación de la paz que puso fin a la misma estableció sobre la región un reparto territorial que se mantuvo sin cambios hasta los tiempos de la Segunda Guerra Mundial, y que conllevó una extensión de la dominación europea que se impuso sobre los anhelos nacionalistas de los pueblos árabes.
Imperios coloniales
El imperialismo es una doctrina política que pretende situar por encima de otros Estados o comunidades al propio. El imperialismo moderno suele referirse a la actitud de algunas potencias, principalmente europeas, desde la Edad Moderna hasta el proceso de descolonización tras la Segunda Guerra Mundial; y más específicamente, incluso con el nombre Era del Imperialismo, utilizado por la historiografía, al periodo que va de 1871 a 1919, en que se produjo una verdadera carrera para construir imperios, principalmente con el llamado reparto de África.
Unificación alemana
La Unificación de Alemania fue un proceso político que tuvo lugar a finales del siglo XIX y que culminó con la creación del Imperio Alemán el 18 de enero de 1871.
Antes de la formación de un Estado nacional unificado, el actual territorio de Alemania se encuentra dividido en un mosaico político de más de 30 estados. Entre ellos destacaron, por su importancia económica y política, Austria y Prusia. Desde principios del siglo XIX se inició un proceso de organización de un Estado nacional en Alemania. Un paso importante en este proceso fue la formación de un mercado único en la región, impulsado por la aristocracia terrateniente (los junkers) de Prusia y la burguesía industrial de la cuenca del Ruhr.
Unificaciòn italiana
La Unificación de Italia fue el proceso histórico que a lo largo del siglo XIX llevó a la unión de los diversos estados en que estaba dividida la península Itálica, en su mayor parte vinculados a dinastías consideradas "no italianas" como los Habsburgo o los Borbón.
El proceso de unificación se puede resumir así: a comienzos del siglo XIX la península itálica estaba compuesta por varios estados (Lombardía, bajo el dominio austríaco; los Estados Pontificios; el reino de Piamonte; el reino de las Dos Sicilias, entre otros), lo que respondía más a una concepción feudal del territorio que a un proyecto de estado liberal burgués
Europa tras el congreso de viena
El Congreso de Viena fue un encuentro internacional celebrado en la ciudad austriaca de Viena, convocado con el objetivo de restablecer las fronteras de Europa tras la derrota de Napoleón I y reorganizar la forma e ideologías políticas del Antiguo Régimen. Así pues, su intención era volver a la situación anterior a la Revolución Francesa de 1789. La reunión se llevó a cabo del 1 de octubre de 1814 al 9 de junio de 1815.
El imperio napoleonico
El IMPERIO NAPOLEONICO
En 1804 fue aprobado un senado-consulto, convinado por un plebiscito (que consultaba al pueblo), por el cual el gobierno de la República se confía a un emperador hereditario. En este mismo año, Napoleón concentró mayor poder en sus manos al sustituir la Constitución del año 8 por la del 12.
En el Imperio europeo, Napoleón sería el emperador de reyes. Tras realizar casamientos entre miembros de su familia y nombrarlos reyes de Holanda, Westfalia, España, Nápoles,... se despierta el terror para los británicos; ya que si Napoleón ganaba en su intento Gran Bretaña caería; y si ocurría al contrario ellos seguirían bien.
Napoleón funda la 4ª dinastía: "la oscura dinastía Bonaparte".
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